Una obra monumental que asocia al barrio de San José con la modernidad, el deporte y el urbanismo es, sin duda, el Pabellón de Deportes «Príncipe Felipe»>, inaugurado el 5 de marzo de 1990.
San José, el pabellón Príncipe Felipe y Zaragoza se integraron con este centro deportivo de primer orden en el circuito internacional de grandes eventos deportivos, culturales, musicales y de arte que llegan a millones de hogares a través de las transmisiones de televisión, con un marco impresionante de nueve mil espectadores (actualmente cuenta con un aforo de 10.744 asientos).

«Con el Príncipe Felipe —dijo el Alcalde en el día de la inauguración— vamos a disponer de un lugar excepcionalmente dotado para todo tipo de actividades. Los deportes, y entre ellos el baloncesto, serán predominantes en la programación, pero es previsible que haya muchas otras ocasiones para que más de nueve mil zaragozanos nos congreguemos cómodamente en torno a su amplio parqué.»
Historia del Pabellón Príncipe Felipe
El pabellón Príncipe Felipe, con un coste superior a los mil quinientos millones de pesetas supuso un fuerte impacto sobre la zona de Miguel Servet y la antigua estación de Utrillas, en el barrio de San José. La prolongación de las avenidas de Cesáreo Alierta y Tenor Fleta, permitió un fácil acceso hacia el centro de la ciudad y desde allí hasta el pabellón.
Su construcción llevó aparejada la urbanización de la zona circundante en lo que es un gran complejo deportivo, no sólo del deporte espectáculo, sino también del deporte popular, ya que se encuentra al lado del centro deportivo de La Granja, lugar de cita de los aficionados del populoso barrio.
Instalaciones del Pabellón Príncipe Felipe
El pabellón está perfectamente equipado, aparte de la pista multiuso, con salas de prensa, televisión, vestuarios, pistas de calentamiento, gimnasio, aire acondicionado, control de instalaciones, almacenes, grupos electrógenos, rampas de acceso y pilotos luminosos en cada uno de los escalones.

Necesario es destacar que el Príncipe Felipe es mucho más que un gran pabellón deportivo. Es un punto de encuentro ciudadano. Con su construcción, la zona dio un vuelco considerable. En palabras del Alcalde de Zaragoza, «toda ciudad necesita un gran recinto cubierto en el que sus ciudadanos puedan reunirse con motivo de grandes eventos. Dicho recinto suele ser memorable, y se relaciona con momentos estelares de la ciudad porque se utiliza muchas veces como escenario de los momentos más relevantes».