El Canal Imperial de Aragón es una destacada obra de ingeniería del siglo XVIII que atraviesa Zaragoza, desempeñando un papel crucial en el desarrollo agrícola, industrial y social de la región.

Este canal de riego y navegación se extiende desde Fontellas, en Navarra, hasta Fuentes de Ebro, en Zaragoza, abarcando aproximadamente 110 kilómetros.
Orígenes y construcción
La idea de construir un canal en esta zona se remonta al siglo XVI, durante el reinado de Carlos I, de ahí su denominación de «Imperial». Sin embargo, fue en el siglo XVIII, bajo el reinado de Carlos III, cuando se materializó el proyecto, en el contexto de las reformas ilustradas que buscaban modernizar las infraestructuras del país. La construcción del canal, dirigida por Ramón Pignatelli, se llevó a cabo entre 1776 y 1790, convirtiéndose en una de las obras hidráulicas más importantes de Europa en su tiempo.
Funciones y beneficios
El Canal Imperial de Aragón fue diseñado con múltiples propósitos:
- Riego: Proporcionó agua a extensas áreas agrícolas, transformando tierras áridas en terrenos fértiles y asegurando cosechas más estables.
- Navegación: Aunque la navegación no alcanzó todo su potencial, el canal facilitó el transporte de mercancías y personas entre diversas localidades, mejorando las comunicaciones y el comercio regional.
- Abastecimiento urbano: Suministró agua a varias poblaciones e industrias a lo largo de su recorrido, impulsando el desarrollo económico y social de la región.
El canal en Zaragoza
A su paso por Zaragoza, el canal ha dejado una huella significativa:
- Infraestructura: Se construyeron esclusas, puentes y acueductos que aún hoy son testimonio de la ingeniería de la época.
- Espacios verdes: Las riberas del canal se han convertido en zonas de esparcimiento y recreo para los habitantes, ofreciendo rutas para paseos, ciclismo y áreas de descanso.
- Patrimonio cultural: El canal ha influido en la configuración urbana de Zaragoza, siendo un elemento central en la historia y desarrollo de la ciudad.
Situación actual y perspectivas
En la actualidad, el Canal Imperial de Aragón sigue siendo gestionado por la Confederación Hidrográfica del Ebro, desempeñando un papel esencial en el riego de tierras agrícolas y el suministro de agua a diversas localidades. Además, se han planteado iniciativas para transformar el canal en un corredor verde y parque lineal, actuando como un refugio climático en Zaragoza. Estas propuestas buscan mejorar la calidad de vida urbana, promoviendo espacios sostenibles y saludables para la comunidad.
El Canal Imperial de Aragón no solo representa una hazaña de la ingeniería histórica, sino que también continúa siendo un recurso vital para la región, adaptándose a las necesidades contemporáneas y futuras.