Ubicada en la ciudad de Zaragoza, la Casa Solans es un edificio emblemático del modernismo aragonés. Construida a comienzos del siglo XX, esta vivienda ha sido testigo de importantes transformaciones urbanísticas y es un referente del patrimonio arquitectónico de la ciudad.

Historia de la Casa Solans
La Casa Solans fue mandada construir en 1918 por el empresario harinero Juan Solans, propietario de una de las fábricas de harinas más importantes de la región. Diseñada por el arquitecto Miguel Ángel Navarro, esta edificación destaca por su estilo modernista con influencias neomudéjares, un sello distintivo de la arquitectura de Zaragoza en aquella época.
Tras la muerte de Solans, la casa pasó por diferentes propietarios y períodos de abandono que pusieron en riesgo su conservación. No obstante, gracias a iniciativas municipales y estatales, fue restaurada y actualmente es utilizada como sede institucional.
Características Arquitectónicas
La Casa Solans es un ejemplo excepcional de la arquitectura modernista, con elementos decorativos que la hacen única. Entre sus características más destacadas se encuentran:
- Fachada ornamentada: Decorada con azulejos de vivos colores, balcones de hierro forjado y motivos florales y geométricos.
- Influencias neomudéjares: Uso del ladrillo y cerámica vidriada en su diseño, recordando la tradición constructiva aragonesa.
- Torre mirador: Un elemento distintivo de la edificación, que le otorga una presencia imponente y simbólica.
- Interiores elegantes: Aunque el mobiliario original se ha perdido, la casa conserva artesonados, vidrieras y detalles ornamentales de gran valor.
Restauración y Uso Actual
Tras décadas de deterioro, la Casa Solans fue objeto de una importante restauración a finales del siglo XX e inicios del XXI. Gracias a este esfuerzo, se logró recuperar su esplendor original, preservando sus elementos arquitectónicos más representativos.
En la actualidad, el edificio es sede de diferentes organismos institucionales y es un ejemplo de la importancia de la conservación del patrimonio histórico de Zaragoza. Aunque no está abierta al público de manera permanente, en ocasiones se realizan visitas y eventos culturales en su interior.
Un Símbolo del Patrimonio Zaragozano
La Casa Solans es un reflejo de la riqueza arquitectónica de Zaragoza y un testimonio del auge económico y social de principios del siglo XX. Su recuperación y puesta en valor son un ejemplo de cómo la conservación del patrimonio puede revitalizar el entorno urbano y mantener viva la memoria histórica de una ciudad.
Si bien no es tan conocida como otros monumentos de Zaragoza, la Casa Solans es, sin duda, una joya del modernismo aragonés que merece ser admirada y protegida.